Con delantal y a lo loco

Hace poco compré una botella de licor de café y, últimamente, cualquier excusa es buena para usarla. La verdad es que, dicho así, parece que le estoy dando todo el día a la botella… sin ser yo nada de eso. 🙂

Esta vez haremos unas tartaletas de hojaldre y las rellenaremos con una crema de chocolate con licor de café. El sabor no es muy dulce, más bien una especie de crema de moka que, con el hojaldre, queda de vicio.

Me pongo el delantal y comenzamos.

Ingredientes:

• 1 lámina de hojaldre (yo utilizo de las refrigeradas del Mercadona)
• 80 ml de nata para montar
• 1 cucharadita de mantequilla
• 80 gramos de chocolate negro, en trozos
• 2 cucharaditas de licor de café
• 2 cucharadas soperas de azúcar glass
  
• Virutas de chocolate blanco y azúcar glass para decorar

Elaboración:

En primer lugar, extendemos la lámina de hojaldre sobre una superficie con un poco de harina y la alisamos bien con un rodillo.

Para hacer las tartaletas, debemos cortar la lámina en porciones circulares. Dependiendo del molde que vayamos a utilizar, necesitaremos cortar la lámina en círculos más o menos grandes. En mi caso, yo hago la forma circular de la masa con un vaso dado la vuelta, que me hace de cortador.

Lo ideal es, una vez que se tiene la lámina extendida, hacerle unos agujeros con un tenedor, para que la masa respire cuando esté en el horno. Después, con el cortador, hacemos tantas porciones como podamos. Con la masa sobrante, hacemos una pelota de nuevo, la alisamos con el rodillo y volvemos ha pinchar con el tenedor y cortar en círculos. Con la medida de mi molde, salen unas 12 tartaletas.

Vamos poniendo cada pieza en su hueco del molde y, una vez que están colocadas, lo metemos en la nevera durante unos 20 minutos. Mientras, encendemos el horno a 180 ºC (arriba y abajo) para que se vaya calentando.

Tras ese tiempo, ponemos unos garbanzos en cada tartaleta (de manera que hagan peso y el hojaldre no suba tanto) y metemos el molde al horno. A los 15 minutos deberían estar hechas (id vigilando de todas formas). Las sacamos del horno y dejamos enfríar en una rejilla.

En un cacito, ponemos a calentar la nata con la mantequilla y el azúcar glass, hasta que comience a hervir. Retiramos del fuego y mezclamos con los trozos de chocolate y el licor hasta obtener una crema homogénea. Dejamos reposar para que se asiente.

Por último, repartimos la crema en las tartaletas con una manga pastelera o con una cuchara y ponemos por encima unas virutas de chocolate blanco y un poco de azúcar glass para decorar.

¡Qué aproveche!