Tarta de naranja, merengue y cacao

Tarta de naranja cacao y merengue

Uno de los grandes defectos que tenemos los cocinillas es que, generalmente, nos ponemos a cocinar a la vez que hacemos otras tantas cosas.

Yo, además, tiendo a empezar a hacer muchas cosas porque creo que “se van haciendo solas”. Pongo la lavadora, lleno una olla de agua y la pongo al fuego, me pongo a cortar verduras para una crema, saco un paquete de filetes de pollo del congelador, pongo el horno a precalentar, saco la mantequilla de la nevera, el caso es que ya que estoy, voy haciendo una empanada de verduras, y si hago galletas después de la empanada, aprovecho el calor del horno… Conclusión: la mantequilla se aburre de estar ahí sola, las galletas se queman, las pechugas se descongelan pero no se usan, la crema no está para la hora de comer y el agua de la olla acaba evaporada. ¡Y la lavadora!

Para ejemplo, lo que me pasó con la última tarta de limón (Lemon Pie para los jisssters) que hice, que por tener la cabeza en mil cosas, no calculé bien el zumo de limón que echaba y aquello estaba ácido, ácido, ácido. Todo el que lo probaba parecía un clon de El Fary en sus mejores tiempos y la única que no rechistó fue mi santa madre, que decía que “no estaba tan mal”. #AmorDeMadre

Así que me dije a mí mismo que para la próxima, no me arriesgaba con los limones. Y aquí estoy, con mi adaptación de la clásica tarta de limón de la gran Mary Berry reconvertida en tarta de naranja con base chocolateada.

Eso sí, materia prima de primera calidad, oiga. Ya lo dije cuando hice el bizcocho de mandarinas y vuelvo a decirlo: siempre que puedo, recurro al consumo de fruta y verdura nacional, que sirve para fomentar el empleo aquí y que, además, para qué engañarnos, es mucho mejor que lo nos venden en los super que viene de fuera. Y, una vez más, repito que no me pagan, que no me llevo comisión y que es promoción porque quiero, porque me tratan bien y porque las naranjas de Marisa están para chuparse los dedos.

Ahora sí, pongámonos el delantal y a disfrutar.

Ingredientes:

La masa chocolateada puedes realizarla en casa (como he hecho yo) o puedes utilizar una base comprada sin chocolatear, de las que nos hace el señor Tarradellas. En ambos casos el resultado es bueno, porque el sabor principal lo pone el relleno, claro. Pero en mi opinión, con la versión casera chocolateada, queda espectacular.

Para la masa chocolateada (molde de 23 cm):

  • 200 gramos de harina de trigo
  • 2 cucharadas soperas de cacao en polvo sin azúcar (yo uso VALOR)
  • 90 gramos de mantequilla (en crema, no derretida)
  • Una pizca de sal
  • 1 huevo
  • 80 gramos de azúcar glass

Para la crema de naranja:

  • La ralladura de una naranja
  • 150 gramos de zumo de naranja (en mi caso fueron 1 naranja y media)
  • 70 gramos de harina de maíz (yo uso Maizena)
  • 300 gramos de agua
  • 3 yemas de huevo
  • 80 gramos de azúcar moreno

Para el merengue suizo:

  • 4 claras de huevo
  • 180 gramos de azúcar glass
  • 1 pizca de sal

Elaboración:

Para la masa chocolateada:

Yo he adaptado la receta de la base de la maravillosa Su de webos fritos. Podéis encontrar la receta original aquí, o bien usar la que he adaptado (que tiene un poco menos de harina y un poco menos de mantequilla).

La mantequilla debe estar a temperatura ambiente, así que hay que sacarla del frigorífico media hora antes de empezar.

En primer lugar, mezcla las dos cucharadas de cacao puro con la harina. Haz una especie de volcán con esta harina chocolateada y echa en el centro la mantequilla cortada en trocitos (como puedas porque estará pegajosa), el huevo sin batir, la sal y el azúcar. Mezcla un poco con una espátula para que se integren los ingredientes y entonces pasa la masa a la encimera.

Amasa los ingredientes con las manos. Verás que la masa se va uniendo poco a poco. Como dice Su, hay que amasar con la punta de los dedos, pero no demasiado: sólo hasta conseguir una textura granulada. Haz una bola un poco aplanada con la masa, envuélvela en plástico transparente y métela en el frigorífico como mínimo una hora (yo la suelo dejar toda la noche).

Pasado ese tiempo, enciende el horno a 200 ºC, calor arriba y abajo, para que vaya calentándose y saca la masa de la nevera. Engrasa el molde que vayas a utilizar con un poco de mantequilla repartida con un pincel y una finita capa de harina. Yo uso un molde desmontable, lo cual ayuda bastante a sacar luego la masa sin romper.

Coloca la masa entre dos plásticos transparentes y aplástala con un rodillo hasta que quede finita, un poco menos de 1 cm de grosor. Luego quita los plásticos y extiende la lámina de masa sobre el molde hasta cubrir bien la base, haciendo las esquinas y forrando bien las paredes. Quita lo que sobresalga de éstas pasando un rodillo sobre el molde y pincha la base con un tenedor.

Coloca sobre la masa un papel de hornear y unas legumbres (o bolas de cerámica) sobre él, para que hagan peso y la masa no suba. Luego deja en el horno a 200 ºC unos 15 minutos. Saca la masa, quítale el peso y el papel y vuelve a meter en el horno con la temperatura un poquito más baja (como a 190ºC) durante otros 5 minutos, para que se seque la base. 

Tarta de naranja cacao y merengue - Base

Para la crema de naranja:

Una vez tenemos nuestra base enfriándose (o directamente si usas una masa comprada), podemos ir poniéndonos con el relleno.

Mezcla la ralladura y el zumo de naranja con la Maizena y remueve bien para formar una pasta suave.

Echa el agua en un cazo y lleva a ebullición. Añade la mezcla de harina de maíz anaranjada con el agua caliente y remueve sobre el fuego hasta que la mezcla se espese un poco (tipo crema, pero líquida). Retira del fuego.

En un bol bate las yemas de huevo y el azúcar. Mezcla con nuestra masa caliente y bate bien a fuego medio hasta que espese. Cuidado porque al enfriar, espesará aún más, así que mientras esté caliente, que sea parcialmente líquida.

Retira la crema del fuego, deja que repose unos minutos para que temple y luego reparte por encima de la masa chocolateada ya horneada y fría.

Tarta de naranja cacao y merengue

Para el merengue suizo:

Echa en un bol las claras, el azúcar y la sal. Ponlo a calentar al baño maría, con el fuego medio-bajo, removiendo bien para que se disuelva el azúcar. No pares de remover durante unos 5 minutos, hasta que el azúcar se haya disuelto completamente. Aparta entonces el bol del fuego y monta el merengue, con la máquina de varillas. Podrías hacerlo a mano, pero yo no estoy para presentarme a las próximas Olimpiadas.

Tarta de naranja cacao y merengue

Bate bien hasta que obtengas un merengue brillante y firme. Mételo inmediatamente en la manga pastelera y cubre la tarta con la decoración que más te guste (también puedes distribuir el merengue sobre la tarta con una cuchara).

Tarta de naranja cacao y merengue 5

¡Qué aproveche!

Tarta de naranja cacao y merengue

PD1: ¿Por qué no está tostado tu merengue? Normalmente, las tartas que observamos con ese merengue tostadito tan característico consiguen ese efecto a golpe de soplete. Es decir, una fuente de calor muy fuerte durante muy poco tiempo. Yo no tengo soplete en casa así que prefiero dejarlo así, merengue al natural. La teoría dice que sí que puedes gratinar la tarta de la siguiente forma: enciende el gratinador del horno y, vigilando constantemente, deja que se dore un poco el merengue. Pero cuidado porque si te despistas, el merengue amargará y perderá su textura. Toda la tarta a la porra. Yo tengo un trauma porque dos veces que lo he intentado, dos veces que la he fastidiado, así que por ahora, me quedo con la versión sin tostar, que sale rica siempre.

PD2: Se aceptan sopletes como regalo adelantado de navidades 😀

Tarta de naranja cacao y merengue


28 respuestas a “Tarta de naranja, merengue y cacao

  1. Eso de ponerse en la cocina a mil cosas parace que lo hayas escrito después de mirarme por un agujerito. Y eso que en mi mini-cocina no se pueden hacer muchas cosas a la vez, pero yo me las arreglo para ir esparciendo fuentes, ollas, cazuelas e ingredientes varios hasta la sala.
    A mi también me ha pasado que la crema de limón me salga muy ácida. Personalmente, me gusta ácida porque el contraste con el merengue me parece espectacular, pero al resto de la humanidad no le parece lo mismo y no he conseguido muchos fanses para mi «lemon pie», así que la última vez lo intenté con mandarinas y, esa sí, fue un exitazo.
    Me han gustado muchas cosas de este post. Primero, las fotos. Segundo, el paso a paso de la base chocolateada. Yo me llevo regulero con las masas quebradas, a ratos me salen buenísimas y a ratos un horror. Tampoco le he pillado el punto a hornearlas y al final, se me escurren por el molde. Por último, veo que aprovechaste bien el curso de Alma y que ahora eres un maestro de la manga pastelera! 😉 ¡¡¡Recetón!!!
    Un beso gordo!!!

    1. Está demostrado que el ser humano se expande hasta el límite de lo que habita. Si tienes la cocina pequeña, la llenas. Y si tienes la cocina grande, también. Somos así. jajaja
      Cuando decía lo de la crema de limón ácida es que llegó a unos límites nunca antes sospechados por el hombre (o la mujer). Acabé echándole azúcar a cascoporro por encima porque aquello estaba incomible. Yo no sé si es que se me olvidó echar azúcar o eché el triple de zumo de limón. Una pena. 😀
      Desde luego, a partir de ahora, siempre con naranjas (o mandarinas, que me ha encantado la idea).
      Por cierto, muchas gracias por los piropos. Yo también he necesitado de muchas tartas arruinadas para que, por fin, me salgan bien las masas quebradas. Resulta que lo de usar un rodillo del chino (que se pegaba a la masa que daba gusto) y un molde del chino (que no había manera de desmoldar) afectaban más de lo que pensaba. ¬¬ Ahora soy feliz haciendo «pies». Mi próximo objetivo son las masas fermentadas. Cuando en breve me llegue la temporada de no dormir jamás y pasarme los días y las noches en vela, creo que me dedicaré a observar cómo fermenta la masa. 😛
      ¡Un besazo!

      1. Cuando ese día llegue (tic-tac, tic-tac) estoy absolutamente convencida de que lo último que te va a apetecer es ponerte a amasar para luego poder estar mirando la fermentación. Cada minuto para ti, en el sofá tirado, sin pesar harinas, ni levaduras, ni nada, lo agradecerás en el alma. Te lo dice una experta en noches en vela… aunque sea por diferente motivo.
        Si hay algo que quieras hacer… ¡¡¡¡hazlo ahora!!!! Un beso!

  2. Increíble la receta, me ha encantado. Con lo que me gusta a mí el toque del cítrico junto al merengue… Y las fotografías son geniales. Un gran abrazo 😉

    1. El sabor del chocolate no es muy intenso. Piensa que la cantidad de cacao que lleva la masa no es mucha. Pero le da un punto diferente a la típica masa quebrada y, como dices, con la naranja queda de maravilla 😀 ¡Muchas gracias!

  3. Maravilloso como siempre!!!!!!!. El merengue «blanquito» sin tostar me ha encantando, y me imagino la mezcla de sabores y tiene que ser estupenda. Apuntada queda. Gracias por compartir. Rosa.

    1. ¡Gracias a ti por pasarte Rosa! Lo mejor para mi es el contraste de sabores y las tres texturas diferentes, desde el merengue que se deshace, la crema y la masa más crujiente. 🙂 Un abrazo grande

  4. hmmmm se me hace agua la boca! Esta versión les va a encantar a mis hijos, porque el limón no les agrada mucho, debe ser porque no conocieron a El Fary :-).
    Asi que, este fin de semana me pongo el delantal!

    1. jajajajajaj Veo que tú sí que conocías al Fary. 😀
      Si haces la tarta ya me contarás si les gusta. Para mí, mejor que la de limón, ya que el ácido me mata un poco.
      ¡Un abrazo!

  5. Pero bueno ¡vaya tarta mas rica y que pintaa! hmmm , quiero un pedacito ya!😁😁😁¡Gracias por compartir tu receta tan exquisita!

    1. ¡Gracias a ti por leerme! 😀
      Y sí, la verdad es que la mezcla del merengue, la crema y la base crujiente queda de maravilla. Venga, ¡anímate a hacerla!

  6. Y qué te digo yo sobre esta maravilla?
    ¿Cuándo inventarán la manera de poder enviar trozos de tarta por email? Porque me ibas a enviar unos cuantos ya te aviso, jejejej
    PINTAZA!!!!

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