Mira atentamente al centro de tu pantalla y repite conmigo: «No soy un obseso de las galletas«.
Vale, ya sé que es una chorrada, pero a mi las espirales siempre me recuerdan a esas series antiguas de TV en las que mostraban una espiral en blanco y negro moviéndose para hipnotizarnos y hacernos creer cualquier cosa. Y lo peor de todo, ¡que yo sí estoy obsesionado con las galletas!
Pero sé que no soy el único. Porque, no nos engañemos, tú y yo sabemos que un pack de galletas envueltas en papel de plata es un básico que debería estar en todos los bolsos/maletines/bandoleras. Es el MUST de los dulces, impensable el salir de casa sin él. Vamos, como las llaves de casa, la cartera, el móvil o la tarjeta negra de Caja Madrid. Indispensable.
Que quieres desayuno rico, galletas. Que quieres algo a media mañana porque se oye el eco en tu estómago, galletas. Que estás de tarde tonta y te hacías una merendola, más galletas. Que la ensalada de mezclum de lechugas y semillas que te has hecho de cena te ha sabido a poco, leche con……. ¡galletas!
Éstas las he sacado de un libro de la colección «Escuela de cocina» de Grijalbo, que me regalaron hace tiempo y que recopila recetas con chocolate. Le he cambiado un pelín las cantidades de mantequilla y azúcar pero básicamente es la misma.
Ahora, abandónate a los básicos y ponte el delantal, que nos vamos.
Ingredientes:
Para 20 galletas:
- 100 gramos de mantequilla (suave aunque no hace falta que esté derretida)
- 150 gramos de azúcar glass
- 1 huevo
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 250 gramos de harina de trigo
- 20 gramos de cacao puro en polvo (sin azúcar)
Elaboración:
En un bol grande, trabaja la mantequilla ablandada con el azúcar glass hasta que se integre. Añade el huevo y la cucharadita de vainilla y sigue removiendo hasta que la masa sea homogénea. A continuación, añadimos la harina y mezclamos todo para obtener una bola de masa.
Separa la bola en dos mitades. Una de ellas envuélvela en papel film transparente y métela en la nevera. La otra deposítala en un bol e incorpora el cacao tamizado, removiendo bien para que el color sea homogéneo. Envuelve también esta bola en papel film trasparente y métela en la nevera. La masa debe enfriarse durante al menos 15 minutos.
Una vez transcurrido ese tiempo, coge la bola de masa de mantequilla y extiéndela con ayuda de un rodillo. Haz lo mismo con la de cacao. Nuestro objetivo es conseguir dos planchas de masa rectangulares, de igual tamaño. Para ello, como a mi se me da fatal lo de utilizar la regla y el cartabón, suelo recurrir a métodos «caseros» como el siguiente: coge un folio, dóblalo por la mitad y utilízalo como plantilla para cortar las planchas de galleta (serán más o menos, 21 x 15 cm). En la siguiente imagen puedes ver cómo lo he hecho yo:
Ahora, con mucho cuidado, deposita la plancha de chocolate sobre la de mantequilla. Como ves, no hace falta que las planchas sean perfectas ni idénticas. De hecho, es mejor que la de chocolate sea un pelín más pequeña, para que no se nos salga mucho cuando estemos formando el rulo. Por cierto, es MUY importante que realices todo este proceso lo más rápido que puedas. Según pasa el tiempo, la mantequilla se va ablandando y la masa se hace menos manejable.
Por último, enrolla ambas planchas, intentando que no queden huecos y que obtengas un rulo «apretadito». Mete este rulo a la nevera otros 15 minutos.
Una vez transcurrido ese tiempo, enciende el horno para que vaya precalentando a 180 ºC (calor arriba y abajo) y forra la bandeja del horno con una lámina de papel de hornear. Ya sólo nos queda lonchear el rulo de galleta y depositar las rodajas en la bandeja de horno. El grosor de las galletas a tu gusto. Piensa que la masa no lleva levadura ni bicarbonato, así que las galletas apenas crecerá en el horno. El tamaño que elijas será, más o menos, el que tengan luego.
Mete la bandeja en el horno y en unos 10-12 minutos estarán. Fíjate en que los bordes estén doraditos y el resto mantenga su color. Cuando las saques, deja que se enfríen un poco antes de manipularlas. Luego, si al pasarlas al bote de las galletas, una se cae accidentalmente en tu boca, yo lo entenderé perfectamente. 😛
¡Qué aproveche!
Qué ricas 🙂
Te han quedado geniales.
Y tienes razón. No deberían faltar nunca 🙂
La verdad es que otras veces me quedan más fotogénicas, esta vez se me chamuscaron un poco. jajaja 😀 pero estaban igualmente ricas, que es lo importante. Muchas gracias por pasarte!
Tentación absoluta!!! Te han quedado fenomenal!!! 😊
¡Muchas gracias! Lo malo es que son tan majas que nos las comemos a puñaos! jajaja
Yo voy a mirar al centro de la pantalla y repetirme :»Eso que ves no lo hagas, no lo hagas…» jejeje, pero no ha servido, quiero hacerlas, a mi gente les chifla el chocolate, ya no hay vuelta atrás. Mil gracias por la receta. Un saludo.
jajajaja Pero si lo bonito es hacerlas y ver a tu gente entregada al chocolate como si no hubiera un mañana! 😀 Gracias a ti por pasarte!
Que bonitas!!!! Y tienen super buena pinta, casi hasta las puedo oler desde aqui jeje, probare a hacerlas!!
Son muy resultonas, ¿verdad? Quedan fantástico para llevar a una merendola y lo cierto es que son fáciles de hacer. 🙂 ¡Me alegro que te gusten! Si las pruebas, ya me dirás qué te parecen
Anda!! Vaya piinta que tienen estas galletas!! Tendré que hacerlas en casa..aunque sin gluten claro! Un saludo! yoya
Siempre puedes sustituir la harina y hacerlas para celiacos 😀 Muchas gracias por pasarte por mi rinconcito. Un abrazaco!!
La verdad es que de las galletas y de las tartas… de cualquier dulce. Son un vicio!
¡Me declaro culpable Señoría! jajajaja Como decía la gran Julia Child, «una fiesta sin pastel, no es más que una triste reunión» 😀
Jo, yo quiero! Seguro que están tremendas. Como dice la canción, son wow wow wow wow! 😛
jajajaj ¿Ahora vamos a mencionar a Kylie en todos los comentarios? jajaja Son galletas homenaje a Spinning around! 😀
Jajaja no había leído tu respuesta! Me pasé un rato intentando meter el spining around en el comentario pero no me salía nada 😛
Me han hipnotizado, ahora tengo que hacerlas sí o sí. Vaya pinta!! Te han quedado geniales!! Gracias por la receta!!! 😛
Bueno, bueno, ya sé que hipnotizar no hipnotizan, pero ricas están un rato! 🙂 Muchas gracias a ti por pasarte. Un abrazacooo
Otra receta que te pispo, ya he visto que la has compartido en grupo, así me gusta!! que todas vean las delicias que haces. Un mega besazo… :*
Miraré para otro lado para ponerte fácil lo de robarme la receta! jajajaj Ya sabes que me puedes robar lo que quieras. Esta vez me adelanté y puse yo las recetas en el grupo. La verdad es que hay mucha actividad y yo me he incorporado hace poco así que lo mismo ya habían aparecido antes. Yo, por si acaso, cada experimento que haga, lo iré compartiendo. 😀 Otro besazo de vuelta, corasssao
:* ❤
No hace falta hipnotizar a nadie, estas galletas son irresistibles!
Totalmente de acuerdo : Las galletas imprescindibles en cualquier despensa y en todo bolso que se precie!
¿Qué sería de nuestra vida sin galletas? Nada, nada, hagamos una asociación PRO-COOKIE pero ya! jajaja Muchas gracias por pasarte! ;D
Siempre creo que es imposible conseguir galletas tan buenas como las del super, en casa. No sé porqué es, pero es el motivo de que haga pocas galletas. Ahora estoy con mono calabacero, pensando en hacer bollos de canela como los que hiciste el año pasado o cheesecake de calabaza. Ya veré. A ver si se me pasa el gripazo y me centro. Besos!
ay pobre, con fiebre y poniendo el horno. Lo tuyo es vocación sí o sí! jajaja Estas son las primeras galletas que me han quedado crujientes. El resto que he hecho (menos las de corn-flakes por razones obvias) son más tipo abizcochadas. Pero es que también me pirran este tipo de galletas. Y me siento mejor conmigo mismo sabiendo que no hay aceites extraños en lo que como.
Eso sí, mis Digestive de soja y naranja de Fontaneda que no me las quiten que la lío parda. jajaja Ahora me paso a ver ese bizcocho Low Fat, que después de las galletas de mantequilla, algo habrá que hacer. 😀
Besazo!
Por suerte, estoy sin fiebre ya, pero con una tos de asmática de aquí te espero. Y estar en casa no es lo mío, me come el moho!!! Así que algo tenía que hacer… Muxu!
Te han quedado estupendas! yo a esta receta hace tiempo q no puedo resistirme y si las llevas a cualquiera quedan tan bien :-). Saludos!
Efectivamente Sandra, no sólo están super ricas, sino que son muy fáciles de hacer y encima quedas super bien. ACIERTO! 🙂
Te han quedado ideales y muy bien explicado.
Me hacen los ojos chirivitas jeje!!!
Un beso
jajaja ¡Qué ilu! Me alegra que te hayan gustado 😀 Un besazo enorme de vuelta
¿Cual es el secreto de que al cortarlas no se deformen y queden tan redondas y preciosas? Porque en casa las hicimos, metiéndolas al frigo y todo y mira como quedaron http://instagram.com/p/uY42_hCpFY/ Al menos salieron graciosas y nos echamos unas risas 😀
jajaja ¡Seguro que de sabor estaban buenísimas!
La historia es que tienes que hacer todo bastante rápido para que la masa no se ablande.
Pero si necesitas tu tiempo, no te preocupes. Tú haz el rollo con las dos planchas, bien apretadito. Luego lo envuelves en film y lo metes un rato a la nevera. Cuando lo saques, duro como una piedra, lo cortas en rodajas y ya verás que no se te deforman. 🙂
Se puede remplazar la manteca por aceite?
Me temo que en esta receta no es posible. Todo el proceso de elaboración de las láminas se consigue porque la mantequilla, cuando está fría, se solidifica. Con aceite no podríamos conseguir dicha textura.
¡Que buena pinta!
¡Muchas gracias Marina! Está feo que yo lo diga, pero están muy ricas 🙂