A pesar de la creencia popular, os confirmo que las natillas de chocolate no las inventaron los señores de Danone. Sé que suena increíble, pero confiad en mí.
Son fáciles de hacer (cuando se les pilla el punto, todo sea dicho) y el resultado es muy muy bueno.
En realidad, la base de esta receta es la típica Crema inglesa (mezcla de leche, yema y vainilla) que se utiliza para las natillas tradicionales, pero un poco modificada para tener el sabor a chocolate.
Me pongo el delantal y nos vamos.
Ingredientes:
- 250 ml de nata
- 250 ml de leche
- 5 yemas de huevo
- 75 gramos de azúcar
- 250 gramos de chocolate negro
- 30 gramos de avellanas
Elaboración:
En primer lugar, rallamos (o picamos fino) el chocolate y lo dejamos en un bol.
En otro bol, batimos las yemas de huevo con el azúcar hasta que quede una mezcla homogénea y reservamos.
En un cazo, vertemos la leche y la nata y llevamos a ebullición. Una vez hierva la mezcla, las echamos en el bol donde teníamos las yemas con el azúcar, mezclamos bien y volvemos a poner al fuego.
Removemos con una espátula manteniendo el fuego medio-bajo hasta que la mezcla empieza a espesar (no hace falta que llegue al espesor de las natillas, eso lo conseguiremos con el frío de la nevera). En este punto es donde debemos tener cuidado, porque si el fuego está muy alto o si dejamos de remover tendremos dos consecuencias que destrozarán el postre: por un lado, el huevo cuajará (haciéndose grumos y una seudo-tortilla) y, por otro lado, la mezcla se agarrará y la mezcla cogerá un sabor incomible. Así que toca hacer un poco de brazo, que nunca viene mal.
Cuando tengamos la crema inglesa lista, la vertemos sobre el chocolate picado utilizando un colador (por si se nos ha formado alguna hebrita del huevo). Dejamos que repose un minuto y luego removemos para mezclar bien.
Por último, dejamos la mezcla que repose en la nevera.
Para tostar las avellanas, las esparcimos en una bandeja de horno (sin papel de horno ni de aluminio) y las metemos a 160 ºC durante 10 minutos. Sacadlas aunque aparentemente no esté tostadas, porque los frutos secos guardan el calor y se doran cuando los sacamos del horno. Si esperamos a que estén doradas dentro del horno, cuando las saquemos estarán quemadas y amargarán.
Para servir, lo único que queda es repartir las natillas y decorar con las avellanas tostadas.
¡Qué aproveche!
Que ricas las natillas, y más si son caseras! además las avellanas de encima le dan un toque buenísimo!
Pues sí, la verdad es que no tienen ni punto de comparación con las compradas! 😉 Un abrazote!
Pecado capital!!!
jajajaja que noooooo! es un pecadillo sin importancia ;-P
La combinación de chocolate y avellanas es deliciosa en cualquier formato!! Pero, por favor,que estamos en plena operación bikini (vale, ya debería estar hecha la operación hace unos meses….) y con estas recetas una se pierde!ahaha
Lo de la operación bikini es un invento para no dejarnos disfrutar!! Me niego! ;-P Lo que tenemos que hacer es cenar ensaladitas y guardarnos los dulces para el desayuno… a mi me funciona XD
Hola!!!
Que maravilla unas buenas natillas de chocolate como estas…tienen muy buena pinta.
¿Qué tal quedaría unas natillas de chocolate pero blanco?. ¿Qué opinas?.
Un saludo.
Perdona que haya tardado tanto en contestar, el verano me confunde 🙂
Creo que quedarían fantásticas igualmente. El chocolate simplemente se funde con el calor de la crema inglesa así que en principio podemos usar cualquier chocolate. Quizá la única pega (si es que se puede llamar así) es que nos queden demasiado dulces XD